Antes de su retiro, la estancia del tenista rosarino Eduardo Schwank en Buenos Aires estaba en nuestras manos. Fue un honor formar parte de su equipo de asistentes cuando venía a jugar la Copa Davis. Necesitaba un inmueble que le brindara el confort y el descanso necesario. Desde entonces, nos ocupamos de proporcionarle la mayor comodidad en su permanencia en la Capital y de resolverle detalles siempre ajenos a un deportista de su talla. Nos hemos encargado por completo del mantenimiento de su departamento y también ayudamos a sus amigos cuando han querido venir a la ciudad. Eduardo está tranquilo, somos sus compañeros de juego de un partido de dobles, sabe que cuenta con nosotros.