Con el empresario Raúl Barquiza nos tocó hacer un poco de terapia. Llegó a nuestras oficinas decepcionado, había probado con varias inmobiliarias y ninguna había atendido debidamente a sus necesidades. En el acto le hicimos ver que sí era posible. Se sorprendió de nuestra atención y escucha. Había llegado al lugar indicado. Desde entonces hemos establecido con Raúl una relación profesional y humana, sólida y considerada. Cuando necesita asesoría inmobiliaria ya no da más vueltas. Nos llama y nos ocupamos sin necesidad de explicar mucho. Ya nos conocemos.
